Diario de P, 2007

Ilustraciones en collage
128 piezas a 28cm x 21,5cm

Libro de artista
Reproduce 128 collages originales
Edición de 1000 ejemplares, 350 numerados y firmados con imagen en giclée encartada.
© F & L editores, 2007
Impresión: Editorial Ex Libris, Caracas
ISBN: 978-980-12-2723-6

 

Este es el Diario de P:

P de Penélope; de palabras ausentes;
de pujo constante; de puerta abierta; de posibilidad única;
de peregrinaje largo; de placer infinito; de puerto para atracar; de paciencia de filigrana; de pecado perdonado;
de pendencia (mejor que pendejera);
de perla preciosa; de pluma seca; de pura alma de poeta;
de ¿por qué no?; de postular libertad; de pivote que busca; de planos en otras dimensiones;
de pilote anclado; de presencia que se anhela, de puerco espín  lejano y cercano;
de púrpura sagrado; de punto y seguido, puntilla, punta de lanza y puntillero;
de proyección en pantalla; de puesta en escena de ensueño; de potestad individual; de pesimismo abolido;
de permiso para sentir; de parnasianos versos;
de popelina blanca; de popa y proa de embarcación;
de pompas de jabón; de placenta que alimenta; de pinceles pintando un potpurrí de recuerdos;
de paleta empecinada; de pasteles que se esfuman; de pestaña que coqueta parpadea;
de perfil inclinado a contraluz; de piedra a la orilla del camino;
de pecho que amamanta; de pasión que se desborda;
de pasodoble bailado con él; de palma que se mece con el viento; de pavoneo cobarde; de papagayo enredado;
de pecera de paz; de pez en el mar; de paréntesis en largo abrazo;
de piragua que navega; de pira que llamea al cielo;
de pensamientos podados;
de péndulo oscilante; de pálpitos rebeldes; de pelea sin sentido; de pelota que rebota;
de papelón con limón; de pedo policromado; de pellizco en una nalga; de polea que levanta;
de pelvis dislocada; de pelos ensortijados; de procurar alegría; de profano, vital y humano;
de palpar sin escudo al descubierto;
de peluche infantil; de pintoneo cuarentón; de piel erizada en candor; de prolongada ilusión;
de pregunta sin respuesta; de peroné engarrotado; de pólvora sin explotar; de prurito insatisfecho;
de pudor inusitado;
de pena hecha pega; de pulgar que deja huella;
de pequeño círculo íntimo; de perro perdido sin amo; de primavera sin flor;
de penitente personaje redimido; de porcelana alborada;
de perpetua perplejidad; de platónica bruma invernal; de pulsera atávica; de proeza acometida;
de perforar una coraza;
de purgatorio de Paolo; de primo lejano;
de príncipe con cetro de plata; de pase ceñido de buen torero;
de prejuicios enquistados; de promesas por cumplir; de prisiones y palacios;
de párrafos sin historia; de partitura silente;
de prófuga furtiva lágrima;
de perseguidora sin saxo; de prostituta monacal; de pito sin hierba encendida; de perseverante aprendiz;
de Psique y Phryné (aunque no suene la p); de perspicaz pericia; de panache con mucha luz;
de pifia torpe y muy tonta; de propulsar un mensaje; de peor equivocación -pésimo error-  escribir;
de proporciones sin medida; de pañuelo planchado en llanto;
de perorata excomulgada; de perturbación inconclusa;
de poltrona de lectura; de pitonisa bizqueante y ciega; de perspectiva oblicua; de prepucio que se oculta;
de paisajista pintor de patios; de perspicuo escritor; de pierna suelta;
de paloma despalomada; de pleno penetrar de risa;
de payaso fetiche y triste; de pesadumbre ligera;
de profeta sin moraleja; de páginas contagiosas; de pereza deliciosa; de pijama compartida;
de potaje nutritivo; de pergamino, papiro y papel, pan nuestro de cada día;
de pantera dionisíaca; de postigo que abre parajes pretéritos fantasmales;
de presente en un respiro; de piar de pajarito;  de piano brillante en sonido;
de picardía, pimienta y pimiento rojo; de pomarrosas y puerros; de papas con perejil;
de paila para freír ajo y pimientos de piquillo;
de pandemónium o panal de abejas; de picadura de insecto; de pavor petrificado;
de peaje superado; de palidez de suave seda;
de paja tejida en sombrero; de pantufla o zapatilla;
de pervertido orden; de parece tierna emoción; de poco a poco una estrella;
de pieza de rompe-cabeza; de pupila dilatada; de píldora para dormir; de penumbra que aclarece;
de pared medianera; de palco para asomarse; de petunias perfumadas; de pesadilla o folia;
de puñal que hiere a muerte; de puchero de ojos tristes; de plomero muy siniestro o peluquero muy diestro;
de pillería de pimpollo; de patricio o de plebeyo; de peluca de disfraz; de parasol y paraguas;
de partida con retorno; de pabilo, cabos y nudos;
de puentes como el Pont Neuf o el Ponte Vecchio; de Pérgamo, Pompeya y Praga;
de pitillo en jugo de piña; de piñata sin romper;
de pespuntes invencibles e invisibles; de puntada zurcida y puntal que sutura;
de plazos sin vencimiento; de precipicio sin fondo; de proverbios olvidados;
de periódico de ayer con noticias de mañana; de patraña de pueblo cóncavo; de prudencia sin mesura;
de pastar con la mirada perdida; de plegaria piadosa; de pirámide con vista a Orión;
de pentagrama de ópera; de poseso por conjuro; de párvulo prosaico Pablito;
de pordiosero abandonado a su suerte; de patitieso partero;
de pánico a desistir abdicando; de precio alto el peligro de perfidia;
de plomizas nubes grises; de pretendientes tal Polybo y Pisandro;
de plaga y plagio enojosos; de pululan rimas y notas;
de pizzicato ostinato; de prólogo, preludio o principio; de primicia de alborozo;
de potro cerrero tascando freno; de pirueta de un caballo;
de pérgola de trinitarias; de paseo por verdes parques; de praderas de lavanda;
de patinar en París; de pirata en alta mar; de pepitas en vestido iridiscente; de polen en alas de mariposa;
de pétalo de una rosa; de pipistrello o papillon; de prisma que es un espejo;
de presea: preso de amor en besos;
de plácida brisa serena; de pasticho o de paella; de pasta al dente y de dientes;
de piñones y pistachos en arroz; de parrilla, pernil y parranda;
de planta que crece erguida; de palo de bambú pandeado; de plátano verde o maduro;
de plática con café; de piscina azul cobalto; de platillo elaborado y playa salada en ternura;
de polvorosas de azúcar; de plaza de un transeúnte; de piecesitos traviesos y citadinos;
de punta de bailarina; de panza de chaguaramo; de pliegues, arrugas y remolinos;
de paisaje de rostro lejano; de pomposo caballero; de pacifista paje pachón;
de precavido y cauto escucha; de paciente soledad;
de pasadizo secreto; de puya que hiende futuro;
de punzón que descorcha; de poema polifónico; de pulso de jadeante corazón;
de pulmón con resuello y resonancia; de pila bautismal y pozo de manantial;
de poro henchido en deseo; de prensa prendida en llamas;
de pretextos infinitos; de primera y última vez; de pronunciar todas las letras;
de plumaje de cisne blanco; de penacho de pelícano; de peñero en Pampatar;
de pulga y piojo enamorados; de par y no dos impares;
de península de refugio; de pensión para el descanso;
de pocillo para beber; de premonición efímera; de porvenir y destino  -proceso de un devenir-;
de prueba humilde de entrega; de prisa y lenta premura; de profuso sentimiento; de pianissimo adagietto;
de perecedera razón; de pezón –convexo ombligo-;
de pacto con la verdad; de prístino propósito; de progresiones sucesivas de algún soneto de amor;
de pudo –puede- haber Vita Nuova; de providencial encuentro;  de Pandora con su caja;
de prodigio milagroso; de profunda aflicción; de permanecer callada per saeculum saeculorum;
de pesar mío; de pues ni modo: así es;
de paraíso perdido;
de pusilánime realidad; de putrefacción trasmutada; de presumida mujer pizpireta;
de polvo que es lo que soy.

Helena Arellano Mayz
Caracas, febrero 2007